Como es de conocimiento general, nuestro país ha sido considerado por la empresa Montana como un país minero, al cual se le otorga un uno porciento de ganancias sobre las extracciones de oro.
Para aprobar la presencia de dicha empresa en el país, se buscó justificar que las ganancias otorgadas por la misma son necesarias para el desarrollo y buen funcionamiento de Guatemala.
Muchas políticas se basaron en que la actividad minera es de bajo impacto ambiental y muy bien remunerada, lo cual esta totalmente descartado por investigaciones posteriores pues las comunidades que viven en los alrededores se han visto afectadas por los químicos utilizados por dicha actividad, pues sus aguas han sido envenenadas y han causado muertes, daños y mutaciones tanto a ellos mismos como a sus animales.
Al evidenciar dicha problemática algunos funcionarios prometen tomar cartas en el asunto para enmendar esta situación una vez Montana se haya ido del país, por otra parte otros funcionarios prefieren hacerse ciegos ante dicha problemática y siguen declarando de forma sínica, que los químicos utilizados en el proceso son beneficiosos para las personas, y que no trae consigo ningún efecto secundario negativo para su organismo.
Por lo cual es de suma importancia dejar la indiferencia a un lado y si nuestros funcionarios deciden evadir el problema, es nuestra obligación como guatemaltecos exigir una solución y apoyarnos entre hermanos, dejando de ser individualistas y ayudando a quien lo necesita.
Para aprobar la presencia de dicha empresa en el país, se buscó justificar que las ganancias otorgadas por la misma son necesarias para el desarrollo y buen funcionamiento de Guatemala.
Muchas políticas se basaron en que la actividad minera es de bajo impacto ambiental y muy bien remunerada, lo cual esta totalmente descartado por investigaciones posteriores pues las comunidades que viven en los alrededores se han visto afectadas por los químicos utilizados por dicha actividad, pues sus aguas han sido envenenadas y han causado muertes, daños y mutaciones tanto a ellos mismos como a sus animales.
Al evidenciar dicha problemática algunos funcionarios prometen tomar cartas en el asunto para enmendar esta situación una vez Montana se haya ido del país, por otra parte otros funcionarios prefieren hacerse ciegos ante dicha problemática y siguen declarando de forma sínica, que los químicos utilizados en el proceso son beneficiosos para las personas, y que no trae consigo ningún efecto secundario negativo para su organismo.
Por lo cual es de suma importancia dejar la indiferencia a un lado y si nuestros funcionarios deciden evadir el problema, es nuestra obligación como guatemaltecos exigir una solución y apoyarnos entre hermanos, dejando de ser individualistas y ayudando a quien lo necesita.
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