lunes, 8 de septiembre de 2008

Escritura abstracta


Cuando conversaba muy tranquila con mi amiga Carolita, me di cuenta que soy la persona más débil de éste mundo, y miraba pasar a los chicos más guapos, desfilando de par en par.

La alegría me inundaba, y no podía dejarme de preguntar con cual iba a comenzar.
Seguimos caminando con mi amiga ligis y encontramos a mi chico ideal, nunca le había hablado pero me parecía que era perfecto, hasta que escuche su edad

Era un niño que mas da, chico lindo eso si el detalle hay que evitar, más que guapo un amor, un caramelo de Dios que debía disfrutar.

Mas mi amiga Ligis no sabía por cual empezar, pues todos eran muy lindos galantes y apuestos.

Carolita solo vio, y conmigo apostó que alguno de esos caramelos, sería su bombón, ella escogió uno alto y de oscuro mirar y su sonrisa no hay que olvidar.

Una elegancia notable, unos brazos tentadores, unos labios atractivos, todo un monumento para disfrutar, pues hombre más guapo será difícil de encontrar


Su cabello era oscuro, y ronca su voz, sus cejas enmarcaban las ventanas de su corazón, era atlético y bronceado; Carolita asombrada se quedó, el habla no podía recobrar, al saludar a tremendo galán, una sonrisa jamás he de olvidar, pues se quedó estremecida por tremendo monumento que hasta una roca ha de levantar, que tremendo mirar, fue un amor de lujo el que surgió entre mi amiga y él

Mientras tanto Ligis observaba su futuro, en otro bombón vio a un bronceado que sin respiración la dejó

Tenía la sonrisa más perfecta que jamás habrá de ver, además de su carisma que no se puede esconder

La vio con ojos de amor y hacia ella caminó

Este tipo para ella quedó marcado más que una tinta indeleble, su cuerpo era perfecto, su nombre tambien

Mientras la veía en sus brazos la tomo y le dijo "querida mía quédate conmigo por favor"

Las amigas ese día se la pasaron muy bien pues conocieron a perfectos hombres, que hacen su vida crecer.

Cada una con su respectivo monumento fueron felices al atardecer
escrito por
Carolina Quiñonez
Ligia Zosel

1 comentario:

Antonioh Ramirez dijo...

Que bueno que existan personas como tu que aún creen en nosotros los hombres, no somos tan malos, bueno no todos somos iguales, pero gracias, por ser así.